La Península de Yucatán es una región de extensa biodiversidad, en la primera parte de esta entrega especial, se ha enlistado una serie de especies que habitan en ella. Endémicas y emblemáticas. Una de estas especies es el flamenco rosado, al cual se le conoce también como flamenco americano o caribeño y se ubica principalmente en las costas peninsulares.
Flamenco, no flamingos
Comúnmente, pero de manera errónea son llamados flamingos, pero esta palabra no existe en español. Flamingo, es la expresión inglesa del flamenco, en español. De acuerdo a un informe de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el área natural protegida Ría Lagartos, acoje a la colonia más grande e importante de flamenco rosado en el mundo.
Entrevistamos al Doctor Jorge Correa Sandoval, profesor-investigador de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), especialista en aves e impulsor del programa de anidamiento del flamencos. El investigador ha dedicado gran parte de su carrera a la creación de reservas y áreas naturales protegidas.
“La protección de los flamencos en México empezó en los años setenta, cuando se crearon las reservas de Ría Lagartos y Ría Celestún. Anteriormente, la población de la zona costera acostumbraba recolectar los huevos frescos”, comentó el Dr. Correa.
Según la revista Biodiversitas, los logros más relevantes se han dado al “erradicar” la cacería, venta y saqueo, ya sea para consumo local o para ventas a zoológicos y colecionistas. El flamenco es un ave de hábitos gregarios, que sigue una tendencia a agruparse. Cuando se alimenta, cuando anida o vuela, lo hace en grandes grupos.
“La fotografía se ha popularizado de manera sorprendente, cada vez más jóvenes se interesan por observar las aves, las suben a portales de ciencia y con esa información se identifican áreas de abundancia, esta ciencia ciudadana es de gran importancia porque contribuye a establecer y generar consciencia”, agregó el Dr. Correa Sandoval.
¿Dónde viven?
En Quintana Roo se encuentran en Holbox y cerca de Punta Pájaros, pero no anidan ahí. La reserva de la biosfera de Ría Lagartos es el sitio tradicional de reproducción. Según el portal Descubro, en septiembre la mayoría vuela hacia Ría Celestún y los Petenes. Reservas adyacentes a la Biosfera, ahí se refugian y alimentan, solo unos cuantos permanecen en Ría Lagartos.
Los flamencos necesitan un islote, un área rodeada de agua que los proteja de los depredadores.
“En ese islote debe haber una combinación adecuada de lodo y arena que les permita construir su nido elevado, son como cubetas volteadas. Con el pico juntan el material y con el sol se seca, pueden colocar los huevos arriba y eso no se da en cualquier lugar. No pueden construir una nido con arena nada más, apuntó el Dr. Correa.
Los flamencos son filtradores, esto significa que toman el agua y los alimentos para luego expulsarla del cuerpo. Se alimentan de crustáceos, moluscos, semillas, insectos y varios tipos de algas.
“Se alimentan principalmente de pequeños camarones, que a su vez comen algas, las cuales crecen en aguas de alta salinidad. En la costas de Yucatán existen estas lagunas costeras llamadas Rías que son entradas de mar. Por el clima, que es casi desértico, la sal se concentra en al agua y en esas condiciones llamadas blanquizales de lodos expuestos con alta salinidad crecen esas algas”.
Anillamiento
Información de la Fundación Pedro y Elena Hernández A.C., publicados por el portal descubro.mx, el anillamiento es un proceso importante en el mundo científico, ya que arroja datos como: ¿a dónde van?, ¿cuándo regresan?, ¿cuánto viven?, entre otros. Las aves con anillos se han encontrado a miles de kilómetros de dónde se les anilló originalmente y marcarlos con anillos en las patas ha sido una de las técnicas más útiles y prácticas.
El anillo es un identificador para cada ave y también sobre quién lo anilla.
El anillamiento es parte fundamental del proceso de conservación del flamenco y su hábitat. Anualmente se anillan alrededor de 500 ejemplares en la reserva de la biosfera de Ría Lagartos.
El flamenco resulta un especie muy atractiva por su plumaje color rosa, sus largas patas, así como las condiciones en las que habita y se reproduce. Es una especie emblemática de Yucatán. Tales características la vuelven blanco de los turistas que visitan las reservas para tomarles fotografías, para lo que se requiere conocer la forma de acercarse sin incomodarlo.
