México.- El Día de Muertos es considerada una tradición que representa 100% a México, la cual se realiza cada año, si no la conoces del todo, te decimos qué es, cuál es su origen y cómo se festeja.
Según información del Gobierno de México, el Día de Muertos es una tradición prehispánica llena de simbolismos, leyendas y relatos que forman un mosaico único en el mundo, que nos representa a nivel mundial por su dualidad de alegría y tristeza, ya que somos un pueblo que celebra la muerte con vida, con cantos, con comida, con dulces y papel picado, se mezclan las culturas y se hermanan las creencias.

¿Qué días se lleva a cabo y por qué?
Esta celebración se lleva a cabo los días 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre, pues se cree que las ánimas de los difuntos regresan a este mundo durante las noches de esas fechas, quienes llegan ordenadamente; sin embargo, todos aquellos que tuvieron la mala fortuna de fallecer un mes antes de esta celebración, no se les coloca ofrenda, debido a que la creencia dice que estas ánimas no tuvieron tiempo de pedir permiso para regresar, por lo que únicamente podrán ayudar a las otras ánimas.

Desde el 28 de octubre se les hace una ofrenda con comida y adornos para todas aquellas personas que fallecieron trágicamente, ya sea por violencia o accidentes.
El 30 y 31 de octubre se dedica a todos los niños que fallecieron que no fueron bautizados, también para los más pequeños.
El 1 de noviembre es Día de Todos los Santos, donde se celebran a todas las personas que llevaron una vida ejemplar, también a los niños.
Para el 2 de noviembre se celebra el Día de Muertos, la cual es la máxima festividad de México, que comienza desde tempranas horas de la madrugada, con el sonar de las campanas de las iglesias, así como prácticas de algunos ritos al adornar las tumbas y poner altares sobre las lápidas, lo que ayuda a las ánimas a conducirlas hacia un buen camino, tras haber fallecido.
¿Cuál es su origen?
El origen de esta famosa celebración se remota en la época prehispánica, pues según los historiadores, los mexicas contaban con varios periodos durante el año para celebrar a sus difuntos, los más importantes se llevaban a cabo al finalizar las cosechas, entre septiembre y noviembre.

Los aztecas tenían la creencia que la vida continuaba incluso en el más allá, por lo que se consideraba la existencia de cuatro destinos para la gente, esto dependía de su manera de morir.
Acorde al arqueólogo, Eduardo López Moctezuma, se clasifican de la siguiente manera:

- El Tonatiuhichan o “casa del sol”, sitio al que se dirigían los guerreros muertos en batalla, los capturados para el sacrificio, así como las mujeres embarazadas.
- El Tlalocan, el cual se trataba de un tipo de paraíso al que llegaban todos los que fallecían por el agua.
- El Chichihualcuauhco, que es un espacio dedicado para los bebés difuntos, donde eran amamantados por un enorme árbol nodriza hasta que “volvieran a nacer”.
- El Mictlán, el reino de los muertos y destino final de todas las personas que morían por causas no relacionadas al agua, la guerra o el parto.
Elementos de la ofrenda y su significado

- El agua: fuente de la vida, la cual sirve para que las ánimas puedan saciar su sed después de su largo recorrido, también sirve para fortalecer su regreso.
- Sal: sirve como elemento de purificación, para que el cuerpo no se corrompa, para su viaje de ida y vuelta para el próximo año.
- Velas y veladoras: antiguamente los indígenas utilizaban rajas de ocote, pero hoy se usa el cirio en diferentes formas, las cuales son velas, veladoras o ceras. Las flamas significan “luz”, fe y esperanza, la cual sirve para que los espíritus puedan llegar a sus antiguos hogares, así como alumbrar el regreso a su morada.
- Copal e incienso: estos elementos representan oración y alabanza, además se cree que el humo sirve para limpiar el lugar de la ofrenda de los malos espíritus.
- Flores de cempasúchil: sirve para adornar y aromatizar agradablemente la estancia del ánima, además así el espíritu regresará contento a su mundo.
- Petate: el petate se utiliza como cama, mesa o mortaja, este material sirve para que las ánimas puedan descansar.
- Pan de muerto: la iglesia lo representa como «el Cuerpo de Cristo», este elemento es de los más apreciados de la ofrenda.
- Retrato del difunto: se coloca en la ofrenda el retrato o fotografía del difunto que queremos que nos visite desde el más allá.
- Platillo favorito del difunto: se acostumbra colocar un plato de mole con pollo y arroz o cualquier otro platillo que haya sido del total agrado del difunto en vida, evidentemente no puede comerlo físicamente, pero podrá llevarse la esencia de la comida consigo mismo.
- Calaveritas de azúcar: las calaveras de tamaño mediano sirven como alusión para la muerte siempre presente, en tanto que las calaveritas de tamaño pequeño están dedicadas a la Santísima Trinidad, así como al gran Padre Eterno.
- Papel picado: no se puede olvidar decorar con papel picado, telas de seda y satín para recibir a las ánimas.
¿Qué son las catrinas y cuál es su origen?
La catrina es el símbolo principal de Día de Muertos, la cual representa la actitud de los mexicanos ante la muerte.

Se pueden apreciar sonrisas, poses divertidas y diferentes vestimentas con trajes típicos de la cultura mexicana, lo cual habla de la aceptación de la transición hacia un mejor lugar y de la alegría de recibir a las almas queridas por sus familiares que regresan por unos cuantos días a este mundo.
Tuvo su origen en la imaginación del grabador José Guadalupe Posada en 1912. En un principio la había bautizado como “La Calavera Garbancera”, haciendo alusión y crítica a la población de garbanceros, quienes después de volverse ricos, negaban y despreciaban sus raíces indígenas.

Años más tarde, el famoso pintor mexicano Diego Rivera, plasmó al maestro Posada, junto con su creación en el mural “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central” , la cual bautizó como Catrina, haciendo burla de la alta aristocracia de la época, por lo que desde eso entonces se ha optado hasta hoy en día el nombre de Catrina.
