Nacional.- El perrito lanzado a un cazo con aceite hirviendo por parte de Sergio “N”, no era callejeró, su dueño apareció, un pequeño de 8 años que fue testigo del cruel momento que sufrió su mascota.
El lomito se llamaba “Scooby” y no era callejero, Roberto, un pequeño de 8 años salió ese día a comprar en la zona, y su fiel amigo lo siguió, sin imaginar que era sería la última caminata que darían juntos.
El pequeño salió a comprar un jabón en el pueblo de San Pablo Tecalco, municipio de Tecámac, Estado de México, y durante el trayecto, hubo un momento en que “Scooby” se alejó un poco, siendo interceptado por Sergio “N”.
Fue testigo de la muerte de su lomito
“Scooby” siempre acompañaba al pequeño Roberto para cuidarlo, sin embargo, ese día al separarse un poco de él, a la distancia, escuchó el llanto de un perro, por lo que salió corriendo de la tienda a buscar a su amigo.
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Al percatarse de lo que sucedia, trató de ayudar a “Scooby”, pero no pudo hacer nada al respecto, y su fiel amigo murió por la gravedad de sus heridas poco tiempo después, tomando el pequeño Roberto la patita de su lomito segundos antes de su último aliento.
Tras la muerte de su mejor amigo, Roberto sólo pidió una cosa, que se cuide a los animales y no se les haga daño de ninguna manera, asegura que para él son unos buenos guardianes.
Salvó a “Scooby” de ser sacrificado
La madre de Roberto, Lucía Martínez, recuerda como se conocieron su hijo y “Scooby”, el lomito sería sacrificado por las autoridades de Tecámac, sin embargo, lograron rescatarlo y darle un hogar, siendo inseparable de su pequeño desde ese momento.
Lucía Martínez señaló que cuando intentó denunciar, las autoridades municipales de Tecámac le solicitaron no hacerlo, pues el dueño de la carnicería en la que fue asesinado “Scooby” iniciaría la investigación ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.
Tras la captura de Sergio “N”, la señora Lucía pidió que se haga justicia para “Scooby”, dice que no es justo ni para la familia ni especialmente para el pequeño Roberto, que ya no tendrá quien lo acompañe al salir de casa.
