Cancún.- Se dio a conocer en una sesión celebrada en el Congreso del Estado de Quintana Roo, en donde diputados y diputadas aprobaron una reforma en el Código Penal local, en el que ahora se establece una pena de hasta 18 años de prisión en Quintana Roo por asaltar con armas de juguete o amenazar a personas con algo que se le parezca.
“El delito de robo es uno de los de mayor incidencia en el país y en Quintana Roo. Ese acto antijurídico se presentan diferentes modalidades encontrándose mayor estadística en los robos a comercio, a transeúntes, así como en casa habitación. En la actualidad la fabricación de objetos con características muy similares a pistolas, rifles o en general las armas de fuego, ha logrado asombrosos trabajos al fabricar objetos con diversas finalidades y con características físicas exteriores iguales a las de las armas de fuego reales”, expresó Luis Fernando Chávez Zepeda.
Fue el diputado de Morena, Luis Fernando Chávez Zepeda quien dio la propuesta para hacer la modificación mencionada en el Código Penal del estado.
Luego de ser evaluada la propuesta por parte de la comisión de Justicia, se ha determinado no solamente incluirla en los delitos contra el patrimonio, de igual manera se establece una punibilidad de seis a 18 años de prisión y 30 a 150 días de multa a través del artículo 145-Bis.
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Usar armas de juguetes en asaltos llevaría a 18 de prisión en Quintana Roo
Hugo Alday Nieto, presidente de la comisión de justicia, ha indicado que cuando hay quejas en la FGE de Q. Roo el detenido es liberado porque el arma era de juguete.
“Tanto de extorsión como de robo, en muchas ocasiones cuando llega el asaltante y le pone en la nuca una madera, la víctima piensa que es un arma y que va disparar, entonces este tipo de temas son utilizados para robar rápidamente y no generan repercusiones porque robaron pero no traen arma”.
Con esto se busca que este tipo de delitos sean sancionados de manera rigida y contribuirán significativamente a la promoción de medidas preventivas.
“Quien usa objetos o réplicas de armas para intimidar, aunque no cause daño físico inmediato, siembra terror y deja cicatrices psicológicas profundas. Por eso elevamos nuestra voz en contra de la violencia velada, de esos actos de intimidación que marcan vidas. No debemos tolerar ninguna forma de violencia, ya sea explícita o implícita”.