Cancún.- En sus inicios la ciudad tenía muchos planes que no se concretaron, uno de ellos fue el acueducto que uniría a la ciudad, como en la antigua Roma o en Venecia, sin embargo, esta obra no se terminó y se convirtió en un monumento más de Cancún.

Se tienen pocos datos sobre este proyecto, pero se sabe que inició su construcción alrededor de 1975, y se desconoce sí en su momento fue el comienzo de una mega obra o simplemente se trataba de una decoración.

La realidad es que nunca llevó agua, y partía cercano al palacio municipal, quedando en la actualidad en medio de un estacionamiento, donde muchas veces pasa desapercibido incluso para los que laboran a diario por la zona.

Se le agregó una escultura

Con el pasar del tiempo, las construcciones de los alrededores fueron relegando la estructura de lo que sería el primer acueducto de la ciudad, y con el pasar del tiempo, se le agregó una escultura de Sor Juana Ines de la Cruz.

Actualmente se ubica en el estacionamiento, a un costado del hotel Parador, convirtiéndose en una plazoleta, donde eventualmente se realizaban eventos y se daban clases de danzón.

Aunque es sólo un pequeño espacio con una área verde y una plancha de cemento, donde se daban las clases de danzón, el lugar terminó siendo designado como “Jardin del Arte, Sor Juana Ines de la Cruz“.

Ya es parte de la infraestructura local

Años después de su construcción, se le añadió un muro transversal de piedra, y hoy sólo se puede reconocer la estructura inicial por los arcos, que emulan a los acueductos como el de la ciudad de Querétaro.

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Aunque se asociaron particularmente con los romanos, los acueductos se idearon mucho antes en Grecia, Oriente Próximo y el subcontinente indio, donde pueblos como los egipcios y los harappeños construyeron sistemas de riego sofisticados.

Los romanos construyeron los acueductos más importantes en tamaño, así como en mayor cantidad, en todos sus territorios.​ Los acueductos de estilo romano se utilizaron ya en el siglo VII a. C., siendo reconocidos por sus arcos de piedra, tal como el que se ubica en Cancún.

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