Pese a los trabajos para disminuir el nivel del agua, dos comisarías de Tizimín siguen bajo agua. ¡Ya se perciben fuertes olores y hay sanguijuelas!
TIZIMÍN.- Ya son 12 días que las comisarías de Tizimín están bajo agua. Las familias no solo están viviendo entre agua podrida, si no con moscos, sanguijuelas y lagartos.
Como se recordará, la tormenta tropical “Gamma” trajo al oriente del estado fuertes lluvias, que provocaron las primeras afectaciones a varias comisarías de Tizimín; entre ellas a la localidad de Santa Rosa y Anexas ubicada a 62 kilómetros de la cabecera Municipal.
Las intensas lluvias provocaron el desborde de aguadas y cenotes que están conectados alrededor de la población.
Con la experiencia que han vivido en años anteriores los pobladores que están en la periferia y en las zonas bajas no dudaron en evacuar, desde la tormenta tropical, en busca de refugiarse con vecinos y familiares.
La situación parecía no ser tan crítica hasta que el huracán “Delta” los inundó aún más de lo que estaban. Desde entonces los pobladores no han podido regresar a sus casas; las actividades en el campo están suspendidas, sus parcelas y cultivos quedaron bajo el agua.
A diario van en bicicleta, alijos o caminando para ver si sus pocas pertenencias siguen en su lugar y si el agua ya bajó.
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No disminuye el agua
La Conagua envió una máquina de extracción de agua que ya lleva tres días extrayendo el agua; sin embargo poco se ha podido lograr pues pareciera que el agua está subiendo de nivel.
José Camas vecino de la comunidad dice que es extraño, pues en lugar que el agua disminuya está subiendo y creen que se deba a que hay conexiones con Quintana Roo.
Los cenotes quedaron al tope y si esto no se resuelve a tiempo pasarían hasta 6 meses inundados.
José Camas indica que si estuviera en sus posibilidades del gobierno que les manden baños portátiles, pues los sanitarios que tienen en las casas donde no están inundadas no se dan abasto.
Comienzan a salir sanguijuelas
El sector salud han acudido a fumigar y tirar pastillas para controlar el brote de moscos, pero es mucha el agua que no es suficiente para cubrir toda la parte inundada.
Por si fuera poco dice que ya comienzan a salir sanguijuelas, pues el agua cada vez se pudre más; ya hasta la misma gente se está acostumbrando a la peste.
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Viviendas inundadas
Por su parte Humberto Cauich Arceo, secretario del comisariado Municipal indica que son 64 casas que están inundadas; el agua estancada tiene una profundidad de 50 centímetros y en la zona baja hasta de 2 metros.
El cerco de alambre de sus parcelas y sus cultivos está bajo el agua. Se mueven con alijos para ver a sus animales y cuidar que en sus casas no les roben.
Señala que la pestilencia que se siente ahora no es nada, pues en unas semana la peste empeorara ya que los sumideros se desbordaron.
Incluso dijo que no hay agua potable y la pipa que llego hace 4 días a darles agua no se dio abasto; a muchas personas no les tocó.
“Aquí ni el gobernador Vino, se fue al Cuyo en lugar que lo traigan donde realmente estamos fregados, el poquito dinero que tenemos guardado no nos va aguantar mucho tiempo, necesitamos trabajar y regresar a nuestras casas, no es lo mismo estar encomendados en casa ajena” expresa.
Con información de Wendy Ucán, MegaNews